Una joven de 32 años que se había contagiado de COVID mientras cursaba 40 semanas de embarazo y que debió ser sometida a una cesárea de urgencia falleció este sábado en Viedma, Río Negro, después de luchar por su vida durante 14 días.
Según relató la familia de Tatiana Ibazeta en las redes sociales, la joven dio positivo de coronavirus poco antes de tener a su bebé. El pasado 25 de diciembre, durante la Navidad, los médicos decidieron someterla a una cesárea de urgencia, debido a que comenzó a sufrir falta de oxigenación.
Su beba nació sin ningún inconveniente de salud, pero la joven quedó internada en grave estado y finalmente murió en la mañana de este sábado.
En las redes sociales, su familia expresó la consternación por su muerte y los mensajes de dolor y apoyo se multiplicaron.
Cinco casos similares registrados durante la pandemia
No es la primera vez que una embarazada que se contagia de COVID-19 termina con complicaciones. A lo largo de la pandemia hubo otros casos de iguales características.
En junio de 2021 en Rosario, Santa Fe, una mujer de 33 años que se contagió de coronavirus durante la última semana de su embarazo murió después de dar a luz. En la misma ciudad, 15 días antes, otra joven también con Covid-19 falleció después del parto y algunos días antes le pasó lo mismo a una embarazada de 27 años.
Durante ese mismo lapso, una embarazada falleció tras contagiarse COVID-19 a los cinco meses de embarazo, pero en esa oportunidad el bebé no sobrevivió por el poco tiempo de gestación.
En abril ocurrió lo mismo con una mujer embarazada de mellizos. En ese caso, logró dar a luz a los bebés, pero falleció días después.
