Los padres de la pequeña, Josh y Desiree, comenzaron la búsqueda intensa y finalmente lograron dar con la docente de la nena.
Robin March es una maestra de 46 años y fue docente de Kayleigh durante dos años.
“No lo pensé dos veces”, le dijo March a la revista estadounidense People en su edición online. “Le pregunté a Desiree (la madre de la niña) un día, porque sabía que Kayleigh realmente lo necesitaba, así que pensé, ‘¿Por qué no intentarlo?’”, detalló la docente.
Después de tres meses de pruebas, los médicos aprobaron que la maestra fuera la donante, un proceso que Desiree calificó como «una montaña rusa de emociones».
“Me sentí muy aliviada y emocionada cuando me enteré, porque el riñón de Kayleigh provenía de alguien que conocíamos”, reconoció la madre de la nena.
Después de la cirugía, la salud de la pequeña mejoró drásticamente y no está «atada» a su máquina de diálisis todas las noches, y hasta ya planean su primer viaje de vacaciones juntos.